lunes, 25 de octubre de 2010

21:41

si te levantas una mañana, salís al patio de tu departamento (que queda en planta baja) y ves que tu vecina del séptimo piso esta muerta sobre tu césped, seguramente vas a sentir un revuelto en el estómago. puede que continúes tu vida normal, te hagas el desayuno, prendas el televisor o llames a algún amigo, mientras la policía o alguien recoja el estorbo de tu jardín. pero si la policía te pide salir como testigo del caso y te lleva a recorrer los mas íntimos rincones de la casa de la mujer, en la que pasó los últimos instantes antes de decidir arrojarse por la ventana, en los que se puede apreciar su modo de vida, sus gustos, las cosas que no le gustaban, que tenía un gato (el cual nunca apareció), ahí si las tripas se te van a estrujar. sonarán muy fuerte, es inminente. y lo peor viene después.
me duele la panza. mucho.
eso fue lo que me provocó emmanuel al contarme la historia, mientras íbamos caminando en busca de una bicicleta.

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