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tengo un gato que se llama Pibito y me ama.
por las noches si no se acuesta conmigo no puede dormir.
se pone sobre mi pecho, se apoya en mi cuello y ahí se
queda inmóvil durante horas.
apenas escucho su respiración o algún sutil ronroneo.
por la mañana trepa hasta mi cara y me levanta con besos.
no puede dejar de estar encima mio,
dicen que los gatos son super independientes
pero este parece ser la excepción.
nos levantamos.
yo me preparo una chocolatada y le pongo su comida en
el platito de dragon ball que le compre en los chinos
de acá a la vuelta.
desayunamos juntos, casi ni nos miramos.
después venimos hasta la compu, leemos celebrity gossip
y vamos a sentarnos al patio.
yo leo algún libro corto de poesía que me prestó Emma y él
se acuesta en el piso, mientras el sol le acaricia la cara
y lo despeina un poco.
entrecierra los ojos, es que son muy verdes,
y hace una cara de drogado que me encanta.
él y yo nos enamoramos a primera vista.
yo también lo amo.
a veces pienso que cuando te fuiste hiciste alguna especie
de conjuro y dejaste parte de vos en este gato.
que en realidad sos vos quien me despierta a besos por las
mañanas y se sienta al lado mio cuando leo.
la que me acompaña a todos lados y la que con solo mirarnos,
aunque no hablemos el mismo idioma,
entendamos absolutamente todo.
este Pibito copado es tan genial como vos.