sábado, 15 de enero de 2011

5:04

mirar el río de noche
y pensar que en cualquier momento puede salir
un monstruo del agua y destruir todo.
un monstruo gris, pegajoso, con dientes filosos
y ojos bien grandes.
uno de esos que rompen todo a su paso sin pudor,
a los que se les cae la baba y son terriblemente ágiles.
él va a partir el puente a la mitad y
todos los autos que vienen de chaco caerán al vacío.
los barcos que se ven a lo lejos se van a dar vuelta
y lo vamos a notar porque todo se quedará en penumbras.
sus luces de colores ya no adornarán el paisaje
y tomar una cerveza en la orilla se va a volver más aburrido y
menos encantador.
y todo culpa del monstruo.
que odia los colores y las estrellas,
los puntos luminosos inexplicables que vemos por ahí,
las gotas de la lluvia que estallan en el agua y
la luna tapada por una tormenta.
cada pez que salta del río o alguna ola aislada,
me hace pensar en que es el monstruo, siempre es él.
esta en todos lados a la vez, saca su cola
para que veamos que nos presiente, que no es estúpido.
quiere demostrarnos su poder, su capacidad manipuladora.
nos tiene a su disposición, expectantes, latentes.
así que si vos sos un monstruo como ese y
vas a venir a atormentarme,
mejor alejate de mi.
que le tengo miedo a la oscuridad
y si los barcos se hunden,
podría morir.

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