lunes, 6 de diciembre de 2010

15:15

quiero una pileta llena de helado
para meterme en ella
y nadar un rato hasta congelarme.
tal vez, y reitero tal vez,
consiga apagar este fuego en el que me he convertido.
después salir, casi sin poder mover mis extremidades,
agarrar una cuchara y con dificultad
comerla entera.
hasta que me duela la panza,
hasta que ya no pueda moverme.
entonces me acuesto en el pasto a mirar las nubes,
a buscarles formas, colores, texturas.
seguramente divise conejos, aunque no se reproduzcan,
porque son mis preferidos.
siempre veo conejos.
sentados en la punta de mi cama,
en la mesa de la computadora,
en el pasillo de mi casa,
jugando con mi hermano.
conejos por todos lados. conejos por todos lados.
sus pelos me rozan, sus ojos sin pupilas me miran fijo,
a veces se tornan rojos y eso me asusta.
saltan alrededor mio, me muerden los tobillos,
quieren jugar.
pero yo no los dejo.
no tengo ganas de estar con ellos.

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