jueves, 9 de diciembre de 2010

16:59

me encanta ver la cara de viento de las personas.
ir atravesando la plaza y que se largue a llover
cuando no hay ningún árbol es lo peor que te puede pasar.
pero todo cobra otro sentido, cuando los paraguas empiezan
a volar, los pelos a ponerse en la cara,
les tapan los ojos, se le meten en la boca, se chocan cosas,
corren desesperadamente como si hubiese una invasión
alienigena, se atropellan, pisan baldosas rotas, se mojan.
genial. me divierte ver la desesperación ajena.
y yo voy ahí, caminando muy tranquila,
mirando el caos.
me mojo pero no me importa.
aunque mi flequillo quede más corto que nunca,
aunque se me trasluzca el corpiño que no uso.
los días de lluvia son lindos.
son lindos para estar adentro, mirar una película bien cursi,
comer pochoclos y tomar chocolatada.
mientras afuera todo explota,
salen máquinas de abajo del asfalto
y se viene el fin del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario